PRÁCTICA DE LENGUAJE II
La epidemia de violencia juvenil
El 20 de Abril de 1999, Eric Harris de 18 años y Dylan Keebold de 17, entraron en la preparatoria de Columbine en Littleton, Colorado, con vestimentas negras y un rifle , una pistola semiautomática, dos escopetas recolados y más de treinta bombas caseras. Con risas y morfa empezaron a disparar contra los estudiantes y mataron a doce compañeros de clase y un maestro antes de suicidarse.
La masacre en Littleton fue una en una sucesión de tiroteos escolares. Esta epidemia de violencia juvenil que ha durado diez años alcanzo su máximo, en 1993 y desde entonces ha disminuido, pero no el número de arrestos por agresiones graves. (Cook y Laub,1998)
¿Por qué algunos jóvenes se involucran en dicha conducta destructiva? Weinberger (2001, p.2) sostiene que “la respuesta se encuentra en la inmadurez del cerebro adolescente, en particular la corteza prefrontral, que es crítica para el juicio y la supresión de los impulsos”.
Otra respuesta es el fácil acceso a armas en una cultura que “idealiza los tiroteos” (“Your Violence”,2001).
En tres de cada cuatro ataques o asesinatos cometidos por jóvenes los perpetuadores son miembros de pandillas. Para muchos jóvenes las pandillas satisfacen necesidades de identidad, conexión y un sentido de poder y control. Las pandillas promueven un sentido de “ nosotros contra ellos”, además la violencia contra los extraños fortalece los vínculos de lealtad y apoyo dentro de la pandilla. (Straub, 1996).
A pesar de las tragedias ocasionales ampliamente publicitadas, la epidemia de violencia juvenil parece estar disminuyendo. Esperemos que continúe así, para no seguir perdiendo más vidas a manos de jóvenes confundidos.
Referencias Bibliográficas:
Papalia, D.E., Wendkos, S. y Duskin, R. (2005). Desarrollo Humano. México: Mc Grawhill
JAVIER TRELLES CHAMBA
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